Garrapatas, la lucha que nunca termina

Todo el que alguna vez ha tenido un perro ha tenido que lidiar contra estas molestas criaturas.

Las garrapatas son insectos cuya hembra necesita sangre para procrear, por lo que los perros, debido a su abundante pelaje entre el que pasar desapercibidas, son especialmente apreciados por este insecto para albergar a tan indeseado huésped.

Las garrapatas acechan principalmente en lugares de hierbas altas, donde se agazapan a la espera de que alguna víctima pase por su lado, momento en el cual saltan sobre ella. A continuación, se suelen desplazar en busca de sus lugares favoritos, allí donde la piel es más fina y es más fácil llegar a la sangre, como son la zona de las orejas, la nuca, el cuello, entre los dedos del pie o cerca de los ojos. La garrapata inyecta en un primer mordisco una saliva anestésica, por lo que el perro no se apercibe en ningún momento de la agresión. A continuación, escarbará en busca de la sangre.

Los daños que pueden provocar las garrapatas son principalmente debidos a las heridas que provocan al horadar la piel en busca de sangre. También tiene efectos tóxicos, pues la saliva de este insecto contiene enzimas y neurotoxinas paralizantes. Si las garrapatas consumen grandes cantidades de sangre, pueden provocan el debilitamiento y la anemia del perro. Y por último y no menos grave, son transmisoras de varias enfermedades.

Si encontramos una garrapata sobre el cuerpo de nuestro perro (habrá que registrarlo con cuidado, pues estos animales son grandes expertos del camuflaje), jamás debemos, bajo ningún concepto, arrancarla con las manos, pues si tiene la cabeza dentro de la piel del perro, solo quitaremos parte del cuerpo del parásito, pero el resto puede quedar dentro de la piel, pudiendo infectar la herida.

Lo aconsejable es aplicar unas gotas de vaselina o parafina alrededor, frotarlo un rato hasta que se ablande un poco la piel y luego intentar retirarla suavemente. Después podemos deshacernos de la garrapata metiéndola en alcohol para que no se escapen los huevos y matarla. Es importante lavarse las manos después de manipularlas.

También existen instrumentos especiales para la extracción del parásito, como pinzas de garrapatas, que se pueden adquirir en tiendas especializadas.

En cualquier caso, insistimos en que la mejor política es la de la prevención. Un buen collar antiparasitario o unas pipetas con la misma función harán que nuestra mascota se libre de la mayoría de esos indeseables pasajeros.